martes, 19 de octubre de 2010

A esta vida hemos venido a vivir, para ser exactos a vivir experiencias. No importa de qué tipo, de todas se aprende, sean buenas o malas. Siempre dejan huella, algún recuerdo bonito que luego se convierte en desagradable, alguna moraleja, o algo que aprender y sobretodo, algo que recordar. Aunque parezca mentira, la vida perfecta no existe, hay muchos tipos de perfección, pero nunca se alcanza. En la imperfección de nuestras vidas está el secreto.. Debemos recordar el llanto para disfrutar la risa, vivir malas experiencias para valorar las buenas, enfadarnos para aprender a perdonar... Hay mucho camino que recorrer, y mucho por lo que vale la pena vivir, y nada debe impedirte sonreír, absolutamente nada.

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