A veces, la vida da giros inesperados. A veces, esos giros inesperados son los que crean nuestras vidas. Pero a veces, esos giros marcan diferencias demasiado grandes, y se alejan de las vidas de los demás. Y duele. Mucho. Pero no hay goma de borrar en la vida, ni siquiera corrector. Sólo una línea que no para, hasta la muerte... Y aunque parezca irónica, al final, la vida dibuja una curva semejante a una sonrisa.
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